¿Cuál es la historia de Cenicienta?
La historia de Cenicienta sigue a una joven que vive con su malvada madrastra y sus hermanastras. A pesar de ser tratada como sirvienta, Cenicienta mantiene un espíritu amable y soñador. Un día, el rey organiza un baile para encontrar esposa a su hijo, el príncipe. Cenicienta desea asistir, pero su madrastra se lo impide. Sin embargo, con la ayuda de su hada madrina, Cenicienta logra asistir al baile, donde conquista al príncipe. Cuando el hechizo de su hada se rompe a medianoche, Cenicienta huye, dejando atrás una zapatilla de cristal. El príncipe, decidido a encontrarla, busca a la dueña de la zapatilla y, finalmente, la encuentra. La historia concluye con su matrimonio, simbolizando el triunfo del amor y la bondad.
¿Por qué se llama Cenicienta?
El nombre "Cenicienta" tiene su origen en la palabra "ceniza", y refleja la vida de servidumbre que caracteriza a la protagonista en muchas versiones del cuento. Este apodo se debe a que, tras realizar arduos trabajos domésticos, a menudo se la encontraba sentada entre las cenizas de la chimenea. Este detalle resalta su condición de humildad y maltrato.
En la versión de los Hermanos Grimm, titulada "Aschenputtel", el nombre hace referencia a una joven que cuida las cenizas del fogón, resaltando su situación de servidumbre y suciedad. Igualmente, en la versión de Giambattista Basile, "La Gata Cenicienta", la protagonista, Zezolla, toma el apodo "Gata Cenicienta" debido a que, tras terminar sus labores, se refugiaba junto al fuego, cubierta de cenizas.
Esta imagen de Cenicienta, humillada y relegada, ha resonado en la audiencia a lo largo de los siglos. Las cenizas, que simbolizan su vida de sacrificio, refuerzan la importancia de su transformación: de una joven maltratada a una figura triunfante y reconocida.
¿Cuál es el nombre original de Cenicienta?
El nombre de Cenicienta cambia según la versión del cuento y su origen cultural. Una de las primeras versiones conocidas proviene de una leyenda egipcia recogida por Heródoto en el siglo V a.C., en la que la protagonista se llama Ródope. En esta historia, Ródope era una hetera, una acompañante de alto rango (una especie de prostituta), que se convierte en la esposa del faraón después de que su sandalia fuera llevada al rey por un águila.
En el mundo occidental, el origen de Cenicienta comienza con Giambattista Basile en el siglo XVII, donde la protagonista (Gata Cenicienta) es llamada Zezolla. Más tarde, los Hermanos Grimm popularizaron la versión "Aschenputtel", que literalmente significa "la muchacha de las cenizas" en alemán. En la versión de Disney, su nombre es simplemente Ella, con variantes como Mary Beth Ella Gertrude en algunas adaptaciones.
¿Cuántas Cenicienta hay?
La historia de Cenicienta ha sido adaptada y reinterpretada en cientos de culturas a lo largo de los siglos. Desde la popular "Cenicienta" de Charles Perrault hasta las versiones modernas en películas, libros y obras de teatro, se cuentan más de 345 versiones recopiladas solo en el siglo pasado por la investigadora Marion Cox, y desde entonces han surgido muchas más.
Este famoso cuento se encuentra en culturas de todo el mundo, con variantes que van desde Asia, donde destaca la versión china de "Yeh-Shen", hasta versiones primitivas en los cuentos orientales. Incluso hoy en día, nuevas adaptaciones siguen apareciendo, ya sea en pantomimas, reinterpretaciones literarias o películas. La riqueza del tema de Cenicienta radica en su universalidad, con cada versión aportando su propio matiz a la historia clásica.
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Yeh-Shen se prueba su zapato de oro ante la corte. Ilustrador: Desconocido. |
Variantes en cuentos
A lo largo de la historia, el relato de Cenicienta ha sido narrado en múltiples culturas y épocas, acumulando más de 500 versiones registradas en todo el mundo. Cada una ha añadido elementos únicos a la trama original, variando en detalles clave como la presencia de un hada madrina, animales mágicos, o la pérdida de una zapatilla u otros objetos simbólicos. Sin embargo, todas mantienen la esencia de una joven maltratada que, a través de su bondad y perseverancia, logra su recompensa.
Entre las variantes más notables están:
Versión egipcia (Rhodopis): La versión más antigua del cuento de Cenicienta se remonta a un relato egipcio conocido como Rhodopis, que data aproximadamente del siglo I a.C. Este cuento narra la historia de una joven llamada Rhodopis, quien, tras ser capturada y convertida en esclava, vive una vida de sufrimiento y maltrato. Sin embargo, su vida da un giro inesperado cuando una día, mientras se encuentra lavando su ropa, un águila roba una de sus sandalias y la lleva al faraón. Intrigado por la belleza de la sandalia, el faraón ordena que se le busque a la dueña. Cuando finalmente se encuentra a Rhodopis, el faraón se enamora de ella al instante.
Versión griega (Estrabón): Estrabón, el célebre geógrafo y filósofo griego, relata en su obra Geografía (Libro XVII.33) una historia con notables similitudes al cuento de Cenicienta. En su relato, una joven maltratada y humillada por quienes la rodean es recompensada por su bondad y pureza de corazón. Aunque los detalles no son tan completos como en las versiones posteriores, el tema central de la justicia divina y la recompensa por el sufrimiento está presente. A pesar de las dificultades y abusos, la joven finalmente recibe el reconocimiento que merece, reforzando la idea de que la virtud y la perseverancia conducen a una conclusión feliz, un motivo recurrente en las narrativas de la antigüedad griega.
La versión de Estrabón no tiene una fecha exacta de origen, ya que no es un cuento formal como los de Perrault o los hermanos Grimm, sino una mención en sus escritos. Estrabón vivió entre el 64 a.C. y el 24 d.C., por lo que este relato similar a Cenicienta fue documentado en ese periodo. Sin embargo, es probable que la historia ya existiera mucho antes, transmitida a través de la tradición oral.
Versión china (Yeh-Shen): Una de las versiones más antiguas de Cenicienta, después de la versión egipcia de Rhodopis, proviene de China, bajo el nombre de Yeh-Shen. Esta historia data de la dinastía Tang, alrededor del siglo IX d.C., lo que la convierte en una de las versiones más antiguas registradas. En el relato, Yeh-Shen es maltratada por su madrastra, pero con la ayuda de un pez mágico en lugar de un hada madrina, logra asistir a un festival. Durante el evento, pierde una de sus zapatillas doradas, y es el príncipe quien la encuentra y la usa para localizar a Yeh-Shen, un elemento que se mantiene constante en muchas versiones posteriores del cuento.
La historia de Yeh-Shen refleja valores tradicionales chinos, como el respeto a los ancestros y la importancia de la modestia y la bondad, mientras que la inclusión de elementos mágicos como el pez dorado le otorga un carácter fantástico similar al de las versiones europeas que surgieron siglos después.
Versión europea de Giambattista Basile (1634): En su famosa colección de cuentos Pentamerone, Giambattista Basile presenta una versión del relato titulada La Gatta Cenerentola. En esta historia, la protagonista sufre un trato cruel y abusivo por parte de su madrastra, pero su destino cambia gracias a la intervención de un espíritu mágico que le ayuda a superar sus dificultades.
A diferencia de las versiones posteriores, el enfoque de Basile es más oscuro y está lleno de elementos fantásticos y grotescos, lo que refleja el tono tradicional de los cuentos populares de su época. La Gatta Cenerentola es una de las primeras versiones literarias de Cenicienta y sentó las bases para las reinterpretaciones posteriores, como la de Charles Perrault y los hermanos Grimm, consolidando así muchos de los elementos clave de la historia que conocemos hoy en día.
- Versión de Charles Perrault (1697): Publicada en 1697, la versión de Charles Perrault es quizás la más influyente de todas las adaptaciones de Cenicienta. Su relato, titulado Cendrillon ou la petite pantoufle de verre, introduce muchos de los elementos que ahora son fundamentales en la historia, como el hada madrina, la carroza mágica y, sobre todo, el famoso zapato de cristal. Perrault suavizó algunos de los aspectos más oscuros del cuento, dándole un enfoque más moral, donde la bondad, la humildad y la paciencia de Cenicienta son recompensadas. Esta versión fue la base para muchas adaptaciones posteriores, incluidas las versiones de Disney, y se convirtió en un pilar de la narrativa de cuentos de hadas.
Versión de los hermanos Grimm (1812): La versión de los hermanos Grimm, titulada Aschenputtel, fue publicada en 1812 y presenta una historia mucho más oscura y cruda en comparación con la versión de Charles Perrault. En lugar de un hada madrina, Cenicienta recibe ayuda de un árbol mágico que crece sobre la tumba de su madre. A lo largo de la historia, las hermanastras intentan desesperadamente encajar en el zapato de oro, llegando al extremo de mutilarse los pies, cortándose los dedos y el talón. Sin embargo, su engaño es descubierto por unas aves mágicas que también juegan un papel en la justicia final: atacan a las hermanastras y les sacan los ojos, dejándolas ciegas como castigo por su crueldad.
A pesar de los elementos violentos, la versión de los Grimm mantiene el tema central de la bondad recompensada y el castigo a los malvados, destacando la importancia de la justicia divina. Esta versión más oscura ha influido en muchas adaptaciones sombrías de la historia a lo largo del tiempo.
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La Madrina de Cenicienta y la Calabaza. Ilustrador: Gustavo Doré. |
Variantes en películas
A lo largo de los años, Cenicienta ha sido adaptada a la pantalla en numerosas ocasiones, cada una con su propia interpretación del cuento clásico. Entre estas adaptaciones se encuentran diversas películas que aportan su propia visión y estilo a la historia.
Cenicienta de Disney (1950): En 1950, Disney llevó a la pantalla su versión animada inspirada en la historia del autor francés Charles Perrault, aunque con un final diferente al del escritor, mostrando en su lugar un desenlace “y vivieron felices para siempre”. Esta adaptación animada es la versión más conocida a nivel mundial. Con su música memorable y animación cautivadora, ha dejado una huella imborrable en la cultura popular. Disney presenta a Cenicienta como una figura resiliente y esperanzadora, mientras que el cuento se centra en su relación con el príncipe.
Esta versión desencadenó una gran cantidad de adaptaciones del mismo relato (con más de 150 producciones distintas), cada una con un punto de vista distinto y enfoques a veces arriesgados, cambiando la raza de los personajes, las temáticas, los entornos y las épocas.
Cenicienta (2015): Esta versión live action de Disney busca mantenerse fiel al cuento original de Charles Perrault, pero añade más profundidad emocional y un desarrollo más rico de los personajes. La película resalta el crecimiento personal de Cenicienta y explora con mayor detalle la complejidad de su relación con su madrastra y hermanastras, ofreciendo una perspectiva más matizada y moderna.
Cinderella (2021): Esta adaptación moderna, protagonizada por Camila Cabello, ofrece una reinterpretación contemporánea del clásico cuento, destacando temas de empoderamiento femenino. Con un enfoque musical vibrante, presenta a una Cenicienta más independiente y proactiva, que desafía los roles tradicionales y persigue sus propios sueños más allá de casarse con el príncipe.
Las Variaciones Grimm - Cenicienta (2024): Esta serie animada, inspirada en las historias clásicas recopiladas por los hermanos Grimm, presenta seis cuentos de hadas, entre ellos Cenicienta, con giros oscuros que exponen el lado siniestro de los deseos humanos. La narrativa profundiza en los trastornos y la psicopatía, ofreciendo una perspectiva única y perturbadora que contrasta con las adaptaciones más conocidas.
Significados y simbolismos
La historia de Cenicienta está llena de simbolismos que enriquecen su significado:
La Zapatilla de cristal: En la versión más conocida de Charles Perrault, el zapato de cristal simboliza la singularidad de Cenicienta y su conexión con el príncipe. La idea de que el zapato solo encaje en su pie resalta su destino y el concepto de amor verdadero. Este detalle proviene de la transformación que Perrault realizó en el relato original, tomando elementos de la historia de Basile o de otras narraciones de «Cenicienta» que conoció a través de la tradición oral. Al ser un autor de gran ingenio y sensibilidad, Perrault pulió y adaptó la historia para que fuera adecuada para la corte, eliminando cualquier contenido que considerara vulgar.
Un rasgo inventado por Perrault fue que la zapatilla estuviera hecha de cristal, un elemento que solo aparece en las versiones derivadas de la suya. Este detalle ha generado controversia, ya que en francés las palabras vair (piel jaspeada) y verre (cristal) suenan de manera similar. Se supone que, al oír el relato, Perrault pudo haber sustituido erróneamente vair por verre, transformando así una zapatilla de cuero en una de cristal. Aunque esta explicación es ampliamente divulgada, muchos sugieren que Perrault decidió intencionadamente incluir la zapatilla de cristal como símbolo de la elegancia y el ideal romántico.
El zapato, en muchas culturas, tiene un simbolismo profundo. Por un lado, representa la libertad; en sociedades antiguas, los esclavos marchaban descalzos, y el uso de zapatos simbolizaba la emancipación. En algunos ritos de iniciación, como entre ciertas tribus indígenas de América, los zapatos marcan la transición de la niñez a la adultez. Sin embargo, también es un símbolo de control, ya que la posesión del zapato puede conferir poder sobre la persona. Por ejemplo, el zapato de la novia le da al novio una forma de posesión sobre ella.
Adicionalmente, gran cantidad de tradiciones y costumbres folklóricas sostienen que la zapatilla puede representar la vagina. Rooth, citando a Jameson, señala que entre los manchú es tradición que la novia regale zapatillas a los hermanos del marido, quienes se convierten en sus compañeros sexuales a través del matrimonio grupal, en el que las zapatillas están adornadas con lien hua, un término vulgar para designar los genitales femeninos. Jameson proporciona numerosos ejemplos en que la zapatilla es utilizada como símbolo sexual en China, mientras que Aigremont ofrece ejemplos similares provenientes de Europa y Oriente.
En un cuento persa de Las Mil y Una Noches, la joven es reconocida por una pulsera de oro, mientras que en relatos chinos más antiguos, el calzado era de oro, reflejando el estatus social y la riqueza. En la cultura china, los pies pequeños eran considerados un símbolo de belleza, lo que se alinea con la idea de que el pie de Cenicienta encaje perfectamente en la zapatilla.
En el ciclo de Cenicienta-Aschenputtel, hay tres formas principales en que se pierde el zapato: al escapar-correr, cuando cae al agua o cuando un pájaro lo lleva volando. Estos elementos de tierra, agua y aire incorporan una rica simbología en la narrativa. El zapato no solo indica el estatus social de la protagonista, sino que también implica una transformación, elevándola de un plano inferior a uno superior al ser encontrado por el príncipe. En otras versiones de la historia, como en María Intaulata y María Intauradda, la joven es identificada no por una zapatilla, sino por un anillo, lo que muestra la diversidad de interpretaciones de este cuento atemporal.
Jacobo Grimm menciona en Deutsche Rechtsaltenbürmer que, en tiempos antiguos, el príncipe enviaba un zapato a su futura esposa como un acto de homenaje. Además, sostiene que la prueba del zapato para escoger la novia adecuada proviene de una antigua costumbre matrimonial alemana, donde el zapato se convierte en un símbolo de la dominación femenina sobre el hombre. Esta perspectiva se refleja en la interpretación de que, cuando un hombre es dominado por su mujer, se dice que "está bajo la zapatilla de su esposa". En la mayoría de las versiones, incluida la alemana de "Aschenputtel", el príncipe busca activamente a su amada, lo que otorga un mayor peso y significado al relato, en contraste con la visión moderna donde él se limita a enviar emisarios.
La imagen del zapato de cristal ha perdurado en la cultura popular, convirtiéndose en un emblema de la historia y del ideal romántico que representa.
La hada madrina: En la versión de Charles Perrault, el hada madrina encarna la esperanza y la transformación a través de la magia, proporcionando a Cenicienta no solo una nueva apariencia, sino también una oportunidad de cambiar su destino. Esta figura, sin embargo, varía significativamente en otras versiones del cuento. En la antigua versión china de Yeh-Shen, es un pez mágico quien asume este papel, ayudando a la protagonista a superar las dificultades en lugar de un hada. En la versión de los hermanos Grimm, la ayuda proviene de un avellano plantado sobre la tumba de la madre de Cenicienta, un árbol que representa la sabiduría, la vida y la conexión espiritual con los antepasados.
El uso de un árbol como símbolo varía según la región: en la versión oriental es una palmera, en China un melocotonero, mientras que en los países celtas es el avellano, venerado como un símbolo de sabiduría y adivinación sobrenatural. En algunas variantes, como en la versión alemana, el avellano es el que interviene en la vida de Cenicienta, desempeñando el papel mágico de guía y protección.
Este tipo de transformación mágica no siempre es obra de un hada o un árbol. En diferentes tradiciones, el rol de ayudante sobrenatural es desempeñado por una amplia gama de animales que reflejan la rica diversidad cultural del folklore. Entre estos ayudantes encontramos vacas, perros, gatos, ovejas, cerdos, caballos, lobos, ranas y peces, como en el caso de Yeh-Shen. Estos animales no solo cumplen un papel protector, sino que a menudo sus huesos o restos se convierten en elementos mágicos, como un árbol que da frutos que solo la heroína puede cosechar. En algunas versiones, este fruto reemplaza al zapato, el anillo o cualquier otro objeto clave, y solo la protagonista, capaz de obtener dicho fruto, puede casarse con el príncipe.
Estas variantes reflejan cómo, a lo largo de distintas culturas, el concepto de intervención mágica se adapta y se entrelaza con símbolos propios de cada tradición, desde árboles hasta animales, proporcionando ayuda sobrenatural en la búsqueda de un cambio positivo para la protagonista. Esto muestra no solo la diversidad cultural, sino también la universalidad de la figura mágica que transforma la vida de Cenicienta y la lleva a un futuro mejor.
La transformación: La transición de Cenicienta, de una sirvienta maltratada a una princesa, simboliza no solo la capacidad de superación personal, sino también el poder transformador que va más allá de lo físico. Los harapos que viste en muchas versiones del cuento, o los disfraces que esconden su verdadera naturaleza, representan una separación tanto física como espiritual de su auténtico ser, similar a un velo que oculta su esencia. El acto de despojarse de esos harapos no es solo un cambio externo, sino un reflejo de su liberación interior, una revelación de su verdadera identidad y un regreso simbólico al "Paraíso", que remite a una plenitud espiritual perdida y finalmente recuperada.
Los vestidos mágicos que Cenicienta adquiere en sus diferentes versiones no solo representan su ascenso social, sino que también simbolizan protección sobrenatural y favor divino. Cada uno de estos trajes, adornados con elementos simbólicos como estrellas, flores o plumas, encarna las etapas de su iniciación hacia una vida renovada. Las tres salidas al baile o al festival, tan presentes en el cuento, reflejan este proceso de transformación y reconocimiento mutuo entre el alma (Cenicienta) y el espíritu (el príncipe), uniendo lo femenino (yin) con lo masculino (yang).
El uso de vestidos maravillosos, adornados con símbolos de plenitud material y espiritual, como las estrellas, la luna y el sol, refleja cómo la transformación de Cenicienta no es solo física, sino que simboliza el crecimiento interior que culmina con su liberación y reconocimiento como alguien digno de gloria.
La medianoche: El concepto de la medianoche en el cuento de Cenicienta, que marca el fin del hechizo y el regreso obligado de la protagonista a su vida de sirvienta, es una creación popularizada por la versión de Charles Perrault en 1697, en su colección Historias o cuentos de tiempos pasados. La medianoche introduce un elemento de urgencia, ya que simboliza la naturaleza efímera de la magia y de las oportunidades. Este toque distintivo añade tensión a la narrativa, estableciendo un límite claro para el disfrute de su nueva vida antes de que todo vuelva a la realidad. Es el punto donde lo sobrenatural cede ante lo terrenal, reforzando la necesidad de aprovechar cada momento al máximo.
Sin embargo, este concepto de la medianoche no es universal. En versiones anteriores, como las recopiladas por los hermanos Grimm, la medianoche no juega un papel central. En lugar de ello, el foco está en otros elementos mágicos, como la conexión de Cenicienta con su madre fallecida a través de un árbol de avellano. Este árbol representa un poder transformador más cercano a la naturaleza y a la espiritualidad que a la magia puntual del hada madrina de Perrault.
En el contexto de la medianoche como símbolo, se puede interpretar que las horas límites —como la medianoche— en muchas tradiciones folclóricas representan momentos de transición y caos. Son puntos de encuentro entre el mundo físico y el sobrenatural, donde los poderes mágicos pueden manifestarse. Esta noción hace que la medianoche en Cenicienta no solo marque el fin de la magia, sino también el peligro que implica cruzar esos límites entre lo mundano y lo sobrenatural.
- La ceniza: El nombre de Cenicienta proviene de su estrecha relación con las cenizas, un símbolo que aparece en muchas versiones del cuento y que representa su humildad, sufrimiento y origen modesto. Las cenizas, tradicionalmente asociadas con la suciedad y el sacrificio, también son un reflejo de su resistencia y capacidad de sobreponerse a las adversidades. A pesar de su dura realidad, Cenicienta mantiene su bondad y pureza, lo que eventualmente le permite superar su difícil situación. Las cenizas, por tanto, no solo aluden a su sufrimiento, sino también a su transformación, ya que es a partir de lo más humilde —lo que otros consideran desechable— que resurge como una princesa.
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Cenicienta junto a las Cenizas y sus dos Hermanas. Ilustrador: Henry Richter, Londres, 1799. (Mary Evans Picture Library) |
Variaciones culturales y el simbolismo en Cenicienta
Es importante señalar que el análisis del simbolismo en Cenicienta depende en gran medida de la versión que estemos considerando, ya que las diferentes interpretaciones del cuento aportan variaciones significativas. En algunas versiones, el enfoque está más en los aspectos mágicos y sobrenaturales, como la ayuda de figuras místicas o animales encantados que facilitan la transformación de la protagonista. Sin embargo, en adaptaciones más modernas, el énfasis puede estar en el empoderamiento personal, resaltando la capacidad de Cenicienta para superar las adversidades por su propia voluntad y esfuerzo. Otros enfoques contemporáneos también ponen de relieve temas de justicia social, en los que la historia refleja la lucha contra la opresión y la desigualdad.
Cada variante cultural del cuento, desde Asia hasta Europa, añade su propia perspectiva sobre la importancia de la magia, el destino y la lucha contra la adversidad. En muchas culturas, el simbolismo cambia, adaptándose a las creencias y valores locales, ofreciendo diferentes elementos mágicos o transformadores. Estos cambios no solo reflejan las mitologías locales, sino también cómo las sociedades interpretan los conceptos de poder, virtud y recompensa.
Hemos de tener en cuenta estos importantes elementos combinados en la historia que contribuyen a su gran atractivo tanto consciente como inconsciente. Cenicienta es, sin duda, uno de los cuentos de hadas más populares y difundidos a nivel mundial, lo que se debe en gran parte a su capacidad de resonar con públicos diversos, al ofrecer una narrativa flexible que se adapta a diferentes culturas y contextos históricos.
Análisis de personajes
- Cenicienta: A lo largo de las versiones del cuento, Cenicienta es retratada como una joven amable y soñadora, cuya fortaleza interna le permite soportar el maltrato y las adversidades. Su capacidad para mantener su bondad y esencia, a pesar de las circunstancias difíciles, resalta su carácter resiliente. La transformación de Cenicienta de sirvienta a princesa no solo simboliza la posibilidad de superación personal, sino también la recompensa a su perseverancia y virtud. Aunque en algunas versiones, como la de Charles Perrault, el énfasis está en los aspectos mágicos de su cambio, el verdadero poder de la historia radica en su resistencia y su capacidad de soñar, mostrando que, a través de la bondad, es posible alcanzar metas y sueños.
- La madrastra: La madrastra de Cenicienta es un símbolo del lado oscuro y destructivo del espíritu femenino, un arquetipo de maldad y opresión. Representa la envidia, los celos y la avaricia, cualidades que contrastan drásticamente con la nobleza de Cenicienta. En muchas versiones, como la de los hermanos Grimm, la madrastra encarna el principio de la Gran Madre oscura, que simboliza la pérdida del paraíso y las duras realidades del mundo, donde la inocencia se enfrenta a las fuerzas malignas. Su rol como antagonista es crucial para generar el conflicto central de la historia, que gira en torno al enfrentamiento entre la bondad y la crueldad. Cabe destacar que en ciertas versiones más oscuras, como en algunos relatos folclóricos, Cenicienta incluso asesina a su madrastra, lo que aporta una visión más cruda y vengativa al cuento.
- Hermanastras: Las hermanastras, comúnmente conocidas como "las Hermanas Feas", no siempre son representadas con una apariencia física desagradable. En algunas versiones, como la alemana, son descritas como "bellas de rostro, pero malas de corazón", lo que subraya que su fealdad es más bien moral y psicológica. Representan las fuerzas oscuras de la crueldad, la envidia y la vanidad. En las versiones más modernas, como la de Disney, las hermanastras a veces reciben un desarrollo más profundo, reconociendo sus errores, lo que matiza sus personajes y ofrece una posibilidad de redención. Este contraste en las personalidades refuerza la nobleza de Cenicienta y hace que su triunfo sea más significativo.
- El príncipe: Aunque el príncipe suele ocupar un papel secundario en muchas versiones de la historia, su rol es crucial en el desenlace. Representa la búsqueda del amor verdadero y la unión de las almas. Su determinación por encontrar a Cenicienta, aun después de que ella desaparece tras la medianoche, refleja la idea de que el amor verdadero puede superar el tiempo y las dificultades. En algunas interpretaciones, su persistencia en buscar a la joven de la zapatilla de cristal es un símbolo de reconocimiento espiritual, donde él, como figura masculina (yang), encuentra su complemento en la figura femenina de Cenicienta (yin).